¡Primavera! Es sinónimo de buen tiempo, aunque cada cual la vive de forma diferente. Lo que sí ocurre para todos es que la tierra ha llegado a un punto concreto en su incesante baile con el sol, aumentan las temperaturas y las horas de luz, muchos animales dejan de hibernar y las plantas rebrotan. Os proponemos vivir una experiencia en esta primavera, vivir la primavera como una experiencia plena. ¿Vivir como algo nuevo el despertar del día? ¿Sentir la brisa en la piel como una sensación plenamente sentida? ¿Puedes ver lo de todos los días con nuevos ojos? ¿Sentir los pasos del paseo primaveral?
Te proponemos vivir esta primavera como aquella que no has olvidado, con mente de principiante, con ojos de un niño y con la curiosidad de un científico. Ver en lugar de mirar, oler de forma atenta y no sólo respirar, sentir los pasos cuando andas y no sólo andar, notar la temperatura en la cara y la piel con consciencia, escuchar más allá de oír. Darte cuenta y no sólo pensar. En otras palabras, vivir la primavera como una experiencia nueva que, te aseguro, nunca volverá a repetirse.
Puedes comenzar centrando tu atención en cómo tus oídos perciben los sonidos del ambiente, sin intentar examinarlos o etiquetarlos, sólo escucharlos, sentirlos, recorrerlos con la atención desde que comienzan hasta que se marchan. Acompañarlos con la suave “mirada” de quien quiere seguir al sonido sin atraparlo. Y después… sentir los sabores, los olores…