El miedo es un mecanismo de defensa de los seres humanos y otros animales para proteger nuestra vida de peligros potenciales. El miedo es, pues, un mecanismo adaptativo.
Sin embargo, cuando el miedo se produce ante situaciones u objetos que no son peligrosos o de manera tan intensa que interfiere con nuestra actividad normal, estamos hablando de fobias.
Una de las más frecuentes en la edad infantil es la fobia a la oscuridad.
Para vencer los miedos hay que ir exponiendo al niño o niña gradualmente al estímulo temido aumentando la intensidad o cercanía del mismo. Hacerlo mientras realiza acciones o pensamientos contrarios al miedo: juegos, música, risa, cuentos…
Es importante cuidar mucho los contenidos y conversaciones que mostramos a los niños y niñas. Las pelis de miedo, pueden ser estimulantes para ellos porque se sienten mayores, pero las consecuencias pueden ser nefastas. No todos los niños y niñas son igual de sensibles o imaginativas, por lo tanto, incluso las pelis de dibujos animados, deben ser analizadas con lupa antes de ponérselas.
No forzarle de golpe a dormir totalmente a oscuras. Se le puede dejar una luz pequeña o levantarle la persiana para que tenga algo de claridad.
Podemos comenzar contándoles un cuento positivo cada noche para propiciar sentimientos e imaginación positiva por unos 10’ y después irnos y dejarle solo con un poco de luz.
Es muy útil ensayar situaciones de oscuridad a horas distintas mediante juegos. Jugar al escondite en la casa cada vez con menos luz, primero hablándole alto y día a día ir reduciendo estas ayudas hasta que sea capaz de andar por la casa a oscuras y en silencio.
Contarle cuentos en los que él o ella junto con su superhéroe favorito vencen el miedo a la oscuridad juntos. Grabarlos para que pueda escucharlos a menudo.
Dibujando juntos aquellos monstruos que tanto le asustan y ridiculizándolos. Pintándoles narizotas o chupetes…. Haciendo que el niño o niña se ría de ellos.
Refuerza siempre que consigue vencer un pequeño obstáculo relacionado con su miedo. Anímale a seguir adelante con tu propio ejemplo. Vence también tus miedos.