¿APRENDER A APROBAR EXÁMENES?

  • 10 mayo, 2017

¿Aprender o aprobar exámenes? No es una cuestión menor.

Seguramente a muchos alumnos, ya desde la Educación Primaria, les interesa más aprobar que sacar sobresalientes. Resulta ya muy manido el argumento de “podría sacar más nota si se esforzara”. Pero en esas se enfrascan muchos padres y profesores, el sacar toda la nota posible según las capacidades y aptitudes de los niños.

En la Educación Secundaria y Bachillerato ocurre exactamente igual: la nota media es la “jueza” que marca si un adolescente accede a becas, programas de mejora de idiomas o, “sencillamente”, si podrá o no escoger la carrera que quiere estudiar, si es que aún le quedan fuerzas para enfrentarse a ella.

¿Y qué decir de la Universidad? Pues más de lo mismo. La nota media del alumno es la puerta de acceso a becas de estudio en el extranjero, los Másteres oficiales y, según nos venden, a una mejor promoción profesional. Nos han hecho ver que la nota es fundamental, que la nota es lo más importante, así que no debemos extrañarnos de que nuestros niños, adolescentes y jóvenes sean expertos en aprobar exámenes pero no hayan aprendido absolutamente nada a pesar del esfuerzo, los enfados, las academias y los refuerzos.

Tenemos un sistema basado en las oposiciones que dan acceso a un empleo público: “lo importante es aprobar, ser o no un buen profesional es otra cosa”. Poco importa si se aprende y, lo que es peor, parece que poco importa qué método de estudio se emplea (más allá del método memorístico-repetitivo antes que el análisis crítico).

Y peor aún, poco importa cómo se van sintiendo los niños, adolescentes y jóvenes ante el panorama de competir más que aprender, porque eso es lo que les estamos vendiendo. Y todo esto no sale gratis en cuanto a la estabilidad familiar y las relaciones de los estudiantes con sus padres.