VOLVER A LA RUTINA PERO NO A LA RUTINA SEXUAL

  • 27 septiembre, 2017

Vamos instalándonos en nuestras costumbres, olvidándonos de las vacaciones, los horarios relajados y las noches veraniegas. Pero, cuidado, no volvamos a las rutinas sexuales, no dejemos que las interminables tareas de la cotidianidad releguen nuestra sexualidad a la última actividad del día, cuando el cansancio nos hace mella y terminamos demorando una y otra vez el encuentro con nuestra pareja. No porque no la deseemos sino porque el cuerpo ya no nos da para más después del trabajo, las tareas de casa, el cuidado de los hijos y las demandas de familiares y amigos.

Es el momento de preguntarnos qué tipo de pareja o de amante me gustaría ser. Si estoy cuidando a mi pareja como me gustaría cuidarla. Si estoy viviendo mi sexualidad como me gustaría vivirla. A menudo vamos cediendo terreno en pequeños detalles y terminamos viviendo tal y como no deseábamos.

Si crees que la sexualidad es una parte importante de tu vida o de tu relación de pareja, comprométete a cuidarla y a ocuparte de ella. Reserva momentos de intimidad con tu pareja en los que puedan fluir vuestros sentimientos y deseos. Provoca momentos de juego, de masajes, de risas. Es más importante reír y jugar en la cama que tener muchos orgasmos.

No accedas a tener relaciones sexuales solo por complacer a tu pareja, elige un momento en que tú también te encuentres receptivo o receptiva y busca tu propio placer, déjate llevar, experimentar, probar nuevas posturas, nuevos sitios, nuevos juegos, nuevas fantasías.  La sexualidad es inagotable e infinita, no te conformes con la repetición ni la rutina. Cuida tu sexualidad  y tu pareja como siempre has querido cuidarla. Y disfruta. Siempre disfruta.