CÓMO TRABAJAR LA SENSUALIDAD

  • 1 marzo, 2017

 

            Las personas somos más o menos sensuales y nuestra sensualidad puede estar reprimida por la educación recibida o inhibida por prejuicios. Sin embargo, siempre puede desarrollarse, se trata de cultivar nuestra sensualidad y fortalecerla.

            La confusión entre sensualidad y sexualidad es perjudicial. En nuestra sociedad, los escasos momentos de contactos físicos entre personas, aunque sean afectuosas, suelen reducirse a las relaciones sexuales. Y nuestra cultura sexual, consumista, rápida y basada en los objetivos, suele primar más el “aquí te pillo, aquí te mato”. Aunque muchas personas consideran que dedican poco tiempo a los preliminares tampoco saben cómo actuar e ignoran que pueden ser tan agradables o más que el coito.

            El acto de tocar y las caricias constituyen el medio idóneo para comunicar la ternura, el amor, la calidez, la necesidad de intimidad y acercamiento. Al principio de la relación, la pareja se toca y se acaricia con frecuencia, de forma prolongada. Dedican tiempo y energía a la sensualidad. Aprenden a conocerse y apreciarse mejor. Sin embargo, conforme la relación avanza suele ocurrir que las caricias y preliminares decrecen y la relación sexual es más rápida.

            No existen reglas establecidas sobre los juegos previos, basta con dejarse llevar por la imaginación y la ternura. Podemos bañar a nuestra pareja, empezando por la espalda y bajando desde la nuca hasta los pies, sin ir directamente a las zonas más erógenas. Podemos besarnos y explorar todo el cuerpo, desnudarnos mientras nos mira, hacer un strip-tease, vendarle los ojos, utilizar lencería o juguetes eróticos, cuidar la luz y la música,….

            Y, por último, debemos terminar con ese tópico de que a los hombres les gusta la sexualidad y a las mujeres la sensualidad. A ellos también les gusta ser acariciados y besados y también disfrutan con los preliminares, sobre todo si saben huir de los mitos y tópicos de la sexualidad occidental imperante.