Empieza septiembre. La vuelta de las vacaciones. La vuelta al trabajo. La vuelta al cole. La vuelta a la rutina. La vuelta a los proyectos, algunos de los cuales se repiten curso tras curso, año tras año. ¿Nos falta voluntad? ¿Nos falta disciplina? ¿Nuestros objetivos son demasiado difíciles o irreales?
¿Por qué no pararnos y pensar seria y conscientemente en lo que tenemos y lo queremos? ¿Qué necesitamos para estar bien, para disfrutar la vida con todo lo que ella conlleva? Quizás estemos planteándonos cosas que realmente no somos capaces o no queremos hacer. Quizás nos estemos dejando llevar por lo que la sociedad, la familia o nuestro ambiente nos insinúan sin valorar hasta qué punto nosotros lo queremos.
Sería bueno pararnos, escuchar nuestra respiración y nuestro corazón. Valorar con sinceridad qué objetivos queremos conseguir y qué estamos dispuestos a hacer para lograrlos. Si podemos hacerlo solos o necesitamos asesoramiento, ayuda o acompañamiento en este proceso. Septiembre puede ser un buen momento para hacerlo.