LA PAREJA: INTIMIDAD Y CONFLICTO

  • 19 abril, 2017

La relación de pareja es una de las interacciones personales más importantes de la vida junto con la relación padres-hijos. La pareja es un espejo donde se ven reflejados y, a veces, aumentados, nuestros defectos. Es la relación de mayor intimidad que podemos establecer con otra persona y es por ello por lo que quedamos expuestos y desnudos ante ella.

Hay estudios que mantienen que la probabilidad de coincidir en más de tres características con nuestra pareja es menor al 17 %. Sin embargo, cuando nos conocemos y nos enamoramos pensamos que no hay nadie que se nos parezca tanto ni que nos entienda tan bien. Esto se debe a que en el noviazgo hay un altísimo intercambio de aspectos positivos: actividades agradables compartidas, comunicación cariñosa, caricias, detalles, muestras de afecto infinitas,… Todo esto hace que no seamos conscientes de las diferencias potencialmente conflictivas que existen entre los dos.

Además también es cierto que las diferencias o semejanzas que nos atraen al principio, pueden producirnos rechazo más tarde y también pueden evolucionar o cambiar con el paso del tiempo.

La intimidad física y sexual puede ser un nexo importante para la pareja, un lugar de encuentro, complicidad y comunicación o, por el contrario, una fuente de conflictos cuando existe una incompatibilidad en la frecuencia, el tipo o la intensidad de las interacciones.

Además, el estrés que afecta a todas las relaciones también interfiere en la relación de pareja provocando mayor irritabilidad, la necesidad de mayor apoyo y que estemos más disponibles para nuestro/a compañero/a.

A veces, nos embarcamos en discusiones por temas sin importancia porque en realidad el problema real no es ése sino que uno de los dos necesita y demanda una mayor cercanía de su pareja. Y cuanto más forzados nos sentimos a cambiar, más nos aferramos a nuestro modo de actuar y más justificaciones hayamos para nuestros comportamientos.