En Orienta creemos que la relación con los hijos es uno de los grandes regalos de la vida. Apostamos porque disfrutar del trato con niños y adolescentes sea la tónica habitual, dejando poco espacio a la frustración que como padres y madres sentimos cuando los hijos no se comportan como queremos.
Sabemos que todos los padres y las madres quieren lo mejor para sus hijos, y les ayudamos a mantenerse en esa visión positiva cuando los hijos toman actitudes diferentes, bajan su rendimiento en el colegio, tienen hábitos poco sanos o parece que se alejan del afecto de la familia. Creemos en la crianza respetuosa con las necesidades de los hijos y con su propio ritmo de crecimiento y desarrollo, y sabemos que si un niño o adolescente se comporta mal es porque se siente mal, por lo que trasladamos a los padres y a las madres la idea de que el “mal comportamiento” es la punta del iceberg.
Nuestros años de experiencia nos han enseñado que los valores familiares están ahí, y que en muchas ocasiones los hijos terminan por comportarse según las enseñanzas de los padres y las madres, pero ¿qué ha ocurrido para que se alejen de los valores familiares? Ése es nuestro trabajo, conocer las causas y dar pautas a los padres y madres para que manejen su frustración y las situaciones de conflicto en casa. En ocasiones los menores y adolescentes muestran miedos, baja autoestima, problemas sociales o tristeza. Ayudamos a las familias a detectar el origen del malestar de sus hijos e intentar desde el respeto y la comunicación atender a sus necesidades para que se sientan mejor y actúen mejor. Creemos que así podrán acompañar y ayudar a sus hijos. Al mismo tiempo trabajar porque los menores encuentren sus necesidades la forma de desarrollarse de forma respetuosa con ellos, los demás y el entorno.
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