La ansiedad puede manifestarse de múltiples maneras. Físicamente podemos notar palpitaciones, mareo, ahogo, hormigueo, boca seca… Nuestro cuerpo parece que funciona acelerado. Podemos creer que perderemos el control, que nos vamos a marear o que nos dará un ataque al corazón. Entonces parece que nuestra mente está comprimida, embotada y confusa. Pero también podemos sentirnos inseguros, temerosos, con una sensación de miedo difuso, de agotamiento. Entonces sentimos “el corazón encogido” y presionado. Desde Orienta entrenamos qué hacer y cómo actuar con estos síntomas, pero fundamentalmente el motivo por el que está presente la ansiedad en nuestra vida.
A veces somos espectadores o víctimas de situaciones laborales o cotidianas que pueden ser traumáticas. Otras veces, somos víctimas de cómo el día a día deja poco espacio para relajarnos y gestionar nuestro bienestar, quedándonos poco o ningún tiempo para el deporte, estar con la familia, actividades de ocio… Creemos que esto es importante y también fundamental, conocer cómo la persona afronta esta tensión, inquietud y ansiedad porque, en ocasiones, la forma de enfrentarnos a la ansiedad no nos funciona sino que nos causa mayor agotamiento y malestar.
Todo ello forma parte de cómo abordamos la ansiedad: valoramos los síntomas, indagamos en las causas, evaluamos la forma en la que hacemos frente y potenciamos las propias herramientas útiles llegando a crear una relación diferente con la ansiedad de modo que sepamos gestionarla adecuadamente en situaciones también del futuro.
Rellena el formulario con las dudas que te surjan y te diremos cómo podemos ayudarte.